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Historia, maleta y niños

Museos para niños: 10 consejos para disfrutar

¿Os planteáis visitar el museo con niños pero la idea de que la excursión se convierta en una pesadilla os echa para atrás? Muchas veces nos esforzamos en buscar museos para niños, dejando de lado los que nos parecen más tradicionales por su contenido. En Historia, maleta y niños creemos que cualquier museo puede convertirse en un lugar de diversión y aprendizaje en familia.

Sara Bono (@sabope), historiadora y gestora cultural, ha publicado esta lista originalmente aquí. En su blog, La cultura crítica, nos muestra su visión sobre cómo sacar el máximo partido al patrimonio cultural: desde rutas guiadas para familias, talleres y actividades infantiles u organización de eventos de gran alcance social como festivales y exposiciones temporales. ¡No os lo perdáis!

¿Qué encontrarás en este artículo?

1. Preparación antes de visitar el Museo

Visitar un museo con niños no siempre es una tarea fácil. Son espacios normalmente tranquilos, donde no pueden correr o jugar y tienen que hablar bajito para no molestar al resto de visitantes. Así que no sólo hay que hablarles sobre qué es un Museo, y qué van a ver allí, sino que hay que explicarles ciertas normas básicas que hay que cumplir en estas instituciones culturales.

Por ejemplo, cuando realizo la actividad cultural de Detective en el Museo, una de las primeras preguntas que realizo son: “¿Quién ha visita algún Museo?” y “¿Qué es un Museo?”. Tras explicarles estas preguntas, ayudados por los niños y niñas que han levantado la mano y comparten sus experiencias con el resto del grupo, les explico las normas que hay que seguir dentro de las paredes del Museo, las cuales hay que aplicar. Se podrían resumir en: no correr, ni gritar, ni comer o beber, y la más importante de todas, NO TOCAR NINGÚN CUADRO, ESTATUA U OTROS OBJETOS EXPOSITIVOS, ya que todas estas piezas museísticas son de incalculable valor, muy frágiles y se pueden romper o dañar fácilmente. Hay que explicarles que hay que proteger y cuidar los objetos museísticos pues forman parte de nuestro patrimonio y herencia cultural, y que se deben conservar para las siguientes generaciones.

Hablar sobre todo ello ayuda a los niños a saber cómo hay que comportarse en un Museo, y al mismo tiempo, siguiendo unas normas, se divertirán más, pues no estaremos prohibiendoles cosas a todas horas.

2. Material pre-visita

Normalmente los Museos disponen en sus tiendas, libros con material didáctico sobre sus exposiciones. En algunas ocasiones, incluso de App para el público familiar, o información en su página web. En tal cosa, aconsejo utilizarlo antes de entrar en las salas expositivas. ¿Por qué? Pues por la simple razón de que irán reconociendo las obras de arte que han visto en los libros o material didáctico cuando vayan recorriendo los pasillos y salas del Museo. La curiosidad y el autodescubrimiento son dos factores claves en el aprendizaje de los niños, que les ayudará a aumentar la satisfacción y experiencia de la visita. También puedes enseñarle en casa o en el colegio, con la tablet o el PC, algunas obras de arte del Museo, hablarles de algunas técnicas y pintores… las principales obras del Museo…

Libros y cuentos para tu visita al museo

Hay numerosos libros educativos y cuentos sobre arte que pueden ayudarte a recabar información para realizar visitas de forma más participativa y didáctica. Algunos ejemplos:

3. Consulta la programación infantil o familiar que realizan en el Museo

En la mayoría de los museos de arte realizan tours, actividades o talleres familiares o los fines de semana (organizados por la propia institución o empresas culturales independientes). El mediador cultural guiará al grupo por todo el museo, eligiendo las principales obras de arte, y te adentrará en su historia de forma didáctica y divertida, involucrando a toda la familia en la experiencia cultural. Tras el tour, la actividad o taller, puedes volver por tu cuenta ese día u otro, a recorrer el museo a tu aire, ya con un conocimiento básico sobre las obras expuestas.

En algunos museos también tienen kits, material didáctico o maletas (gratuitas o no) para niños para que disfruten mejor del recorrido dentro del museo.

4. Haz preguntas y debate sobre las obras expuestas

Anima a los niños a reflexionar, criticar y debatir sobre el arte expuesto. No hay respuestas incorrectas. El arte es para todo el mundo y cada uno puede sentir o expresarse como quiera. Realízales preguntas para pensar, indica detalles para observar y exponer de forma conjunta vuestras opiniones personales y vuestros gustos sobre las piezas museísticas.

Algunas preguntas abiertas que podéis realizar son:

  • ¿Cómo crees que realizó este cuadro el artista? ¿Qué técnica utilizó?
  • ¿Qué crees que significa?
  • ¿Qué sientes cuando observas esta obra de arte?
  • ¿Qué te gusta o te disgusta?
  • ¿Qué objetos puedes ver? ¿Qué crees que representan las figuras retratadas? ¿Qué expresan sus caras o sus gestos?
  • ¿Qué colores o formas distingues?
  • ¿Puedes reconocer al artista?

También puedes compartir con ellos tus gustos personales. Explicar por qué te gusta o no una obra de arte, y de esta forma compartir conversaciones sobre el arte con los más pequeños de forma bidireccional.

5. Aprendizaje de vocabulario artístico

Mientras visitas el museo, puedes utilizar un vocabulario específico para hablar del arte. Al utilizarlo y explicar los nuevos conceptos de forma práctica, los niños y niñas aprenderán a utilizarlo también, pues le servirá para describir técnicas y características específicas. Algunas nuevas palabras pueden ser: impresionismo, surrealismo, arte contemporáneo, perspectiva, óleo, pinceladas, textura, retrato, naturaleza muerta, simetría, paisaje, geometría…

6. Que sean los niños quienes guíen el recorrido

Entrégales el plano del museo para que lo investiguen y que sean ellos quien elijan qué obras de arte quieren ver y cuáles no. De esta forma, la visita será como un juego. No obstante, si pasan de largo alguna sala o obra de arte importante o interesante, indicaselo tú mismo y explicales su importancia.

7. Aprender jugando

Se puede jugar de muchas formas distintas sin necesidad de correr, gritar o tocar nada. Por ejemplo, realizar juegos de observación y exploración… ¿Cómo? pues con juegos tan conocidos como el “Veo, veo…” o “Te desafío a que encuentres…” y pueden ser objetos específicos para un cuadro o hacer el juego a escala global retándoles a que encuentren 5 cosas que son de color amarillo, 8 animales diferentes, 10 cosas con patas, ciudades con edificios llenos de columnas… puedes crear mil fórmulas diferentes… el objetivo es que interactúen con el arte de forma amena.

Otro tipo de juego que suele funcionar muy bien es el de imitar las poses de los personajes retratados o de las estatuas expuestas. Y aprovechar para realizarse una foto (si dejan) y tener un recuerdo del museo.

8. Realiza descansos

Para no saturarlos con demasiada información, ni que se agoten, es aconsejable realizar descansos cuando llevéis más de una hora viendo obras de arte, sobre todo los más pequeños. Algunos museos tienen sillones o bancos dentro de las salas expositivas, pero en caso negativo, podéis salir al hall u otros lugares de descanso, y volver más tarde para terminar la visita. También aconsejamos que antes de empezar la visita vayan al servicio, beban o coman (si son horarios del almuerzo o la merienda).

9. Los espacios o laboratorios de arte interactivos y participativos

Algunas instituciones culturales, como las exposiciones temporales de Caixa Forum, suelen tener en sus salas expositivas unos espacios diferenciados para experimentar de forma práctica con lo que han visto en la exposición o algún aspecto concreto de la muestra. Por ejemplo, actualmente su exposición “LUJO. De los asirios a Alejandro Magno“, se puede experimentar creando objetos de lujo típicos de las civilizaciones del Antiguo Oriente. Los usuarios transformaran piezas sencillas en objetos de lujo añadiendo decoraciones o distintos materiales.

Estos espacios suelen tener bastante éxito entre todos los públicos, pero en especial en el familiar, ya que aquí los niños pueden tocar y experimentar por sí mismos los contenidos de la exposición.

En otras exposiciones de otros museos, en ocasiones, hay manipulativos en las salas expositivas. Normalmente están señalizadas. Si existe, no dudéis en experimentar con estos objetos.

En el Van Gogh Museum, los visitantes pueden tocar las diferentes texturas de unas reproducciones que se han creado con tal propósito en una exposición itinerante que se realizó en EE.UU.

10. ¿Y después de la visita?

Una vez concluida la visita al museo, es interesante hablar relajadamente con los niños y niñas sobre si les gustó o no el museo y qué obras de arte les llamaron más la atención. Es importante que se expresen libremente sobre sus emociones y compartan la experiencia contigo. También podéis planificar la siguiente visita a un museo o en casa, realizar algún dibujo sobre su obra de arte favorita.

11. Algunos extras de Historia, maleta y niños

Un día estuvimos en el Museo Arqueológico Nacional, ¡y fue muy divertido! © Historia, maleta y niños.

Los niños, al igual que los adultos, aprendemos mejor si la temática nos motiva. Es importante tener en cuenta los gustos de los niños a la hora de visitar un museo o una exposición porque, a no ser que seamos unos genios del marketing y consigamos convencerles de que lo más aburrido para ellos va a ser alucinante, lo más probable es que, si no tienen una motivación inicial, difícilmente la tendrán al llegar.

Creo que el trabajo previo a la visita es fundamental, quizá se pueden buscar cuentos sobre los artistas, algún vídeo específico para niños u otro recurso que les llame la atención. ¿Qué tal hacer manualidades en familia? Pero respetemos sus intereses: si a nuestro hijo lo que verdaderamente le gusta son los dinosaurios, ¿por qué no ir mejor al museo de ciencias naturales? Es mejor empezar en el mundo de los museos con actividades apetecibles para ellos en vez de empeñarnos en visitar a un artista que a priori no les transmita ninguna emoción.

Poco a poco el gusto se va educando. Si los niños ven que nosotros disfrutamos en el museo y lo convertimos en un tiempo especial que pasamos allí con ellos, lo más seguro es que les apetezca repetir más adelante. Como dice @sabope más arriba, el arte es para todos, sólo hay que saber encontrar el momento y la temática adecuada. Por eso, si te preguntas cuáles son los museos para niños más adecuados, la respuesta es fácil: Todos los museos son para niños.

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¿Cómo explicarles el arte y los artistas a los niños?