Una de nuestras aventuras más recientes y que mayor impacto nos ha causado ha sido nuestra excursión por tierras castellanas para conocer la cuna de nuestra reina más ilustre, Isabel. Madrigal de las Altas Torres se encuentra en la comarca abulense de La Moraña, tierra fértil de cereal, antiguo vino y sabrosas legumbres. Aquella señorial villa se ha convertido en un pueblo que bulle actividad y se resiste a caer en el olvido.
Madrigal de las Altas Torres: el pueblo con el nombre más bonito de España
Hace un tiempo tuve un profesor que decía que Madrigal de las Altas Torres es el pueblo con el nombre más bonito de España. Y, aunque los pueblos de nuestro país tienen nombres muy originales, sonoros, e incluso humorísticos, creo que no le faltaba razón. Pero, ¿de dónde viene el nombre? ¿Cuántas torres hay? ¿Son realmente tan altas?
Las murallas de Madrigal
Las murallas de Madrigal de las Altas Torres forman un recinto ovalado con cuatro puertas: Peñaranda, Arévalo, Medina y Cantalapiedra, una por cada una de los puntos cardinales. En la actualidad quedan 23 del casi centenar de torres que tuvo. Es una cantidad muy impresionante si tenemos en cuenta que el perímetro de la muralla tiene un diámetro máximo de 700 metros.
Madrigal de las Altas Torres se encuentra en una llanura, sin defensas naturales de ningún tipo, por lo que tiene su lógica que la población estuviera tan bien fortificada. Algunos estudios indican que la pequeña colina donde se sitúa la iglesia de Santa María del Castillo pudo ser más elevada que en la actualidad, y que fue allí donde se originó el núcleo urbano.
Debido al empuje almorávide se estima que en las postrimerías del siglo XI y comienzo del XII se levantó el primer cercado. Ya con el reinado de Sancho III, en pleno siglo XII, se construirá la segunda defensa, debida a la invasión de los almohades y las disputas existentes entre los reinos de Castilla y León. Aquellos eran tiempos convulsos…
La que actualmente podemos observar se construyó bajo el reinado de Alfonso VIII (1158-1214), terminándose a comienzos del siglo XIV. Gracias a esta dilatación temporal podemos disfrutar de una mezcla de románico, gótico y mudéjar. Como las canteras no son abundantes por esta zona, la muralla y sus torres se construyeron en ladrillo y tapial. Para que éste ganara consistencia se hacía una argamasa mezclando la tierra con piedras y después se cubría con un revoco. Poco después de su finalización, Fernando IV (1295-1312) mandó derribarla, como castigo porque Madrigal había iniciado su independencia respecto a Arévalo. Gracias a Dios esta orden no se llegó a ejecutar por la cantidad de vecinos que tenían sus casas junto a las murallas.
Arquitectura civil
En la actualidad las murallas de Madrigal siguen encerrando en su interior la práctica totalidad del núcleo urbano. A medida que las necesidades urbanísticas aumentaban, se optó por aprovechar los solares o bien derribar los edificios que estuvieran en peores condiciones. Por este motivo escasean las viviendas tradicionales de tipo popular, ya que sus habitantes las han ido modificando en función de sus necesidades. Aún así, en el núcleo central se conservan muchos inmuebles de interés arquitectónico, debido, principalmente, a su carácter nobiliario. Destaca, además, la portada de la vivienda o «arco de piedra» de la calle del Oro. Está realizado en granito, y enmarcaba el acceso al domicilio del médico Nicolás de Soto, encargado de atender al príncipe Juan, después a Isabel la Católica y finalmente a su hija la reina Juana.
Las casas suelen contar con un piso principal y un sobrado, o bien dos pisos y desván. Las fachadas principales son de ladrillo visto, con decoraciones que varían según la antigüedad del edificio y las modas de cada momento. Únicamente los edificios de la plaza de San Nicolás cuentan con arcadas en la planta inferior, aunque son edificaciones de uso público.
Madrigal: cuna de Isabel de Castilla
Madrigal fue una de las villas más importantes del reino de Castilla ya que está situada en un punto estrátegico de comunicación. Además, durante la Edad Media, comenzaron a cultivarse grandes extensiones de viñedos, lo que garantizaron una cierta pujanza económica. Por estas razones, los reyes decidieron pasar temporadas allí, construyéndose un palacio. Es en el reinado de Juan II cuando la corte se traslada a Madrigal, ya que las estancias reales eran cada vez más largas. La llegada de la nobleza cambia la fisionomía del pueblo, pues muchos comienzan a construir sus residencias y adquirir propiedades.
Tras el fallecimiento de su primera esposa, María de Aragón, Juan II se casa en la iglesia de San Nicolás de Bari con la princesa portuguesa Isabel. Es en Madrigal donde nace su hija el 22 de abril de 1451, también llamada Isabel, quien no se podía imaginar entonces que se convertiría en la soberana más importante de su época.
El apego de la monarca por sus orígenes es palpable. En Madrigal pasó los primeros años de su vida, junto a su madre y hermano, sin seguir los traslados de la corte de su hermanastro, el rey Enrique IV. Una vez convertida en reina de Castilla y casada con Fernando, las primeras Cortes que convocaron tuvieron lugar aquí, convirtiéndose Madrigal en la residencia oficial de los reyes.
Tras unas décadas de gran ajetreo histórico, la villa de Madrigal de las Altas Torres entra en un periodo de decadencia y olvido…
¿Quiénes son algunos de los ciudadanos más ilustres?
Vasco de Quiroga
Más conocido como el Tata Vasco, se cree que nació Madrigal en 1470. De niño pudo disfrutar de esta preciosa villa, hasta que comenzó a estudiar jurisprudencia, motivo por el que se trasladó a Salamanca. Su vida no fue lo que hoy entenderíamos como tranquila, ejerciendo su profesión en los lugares más variopintos: empezando por Valladolid, pasando por Orán y finalmente viajando a México.
Vasco de Quiroga llegó a Nueva España con el cargo de Oidor de la Audiencia, no tardando mucho en dejar su impronta. Hacia 1532 fundó el Hospital de Santa Fe, centrado en el cuidado de los indígenas. Siguió fundando hospitales por toda la región, pero es en Michoacán donde su obra alcanzaría un mayor eco. En 1537 fue nombrado obispo de esta diócesis por el Rey Carlos I.
Los purépechas, los nativos de la zona, agradecieron las medidas económicas que supo adoptar Vasco de Quiroga, como la reconstrucción de la región, la fundación de hospitales y sentando las bases de lo que hoy es la Universidad de Nicolaíta. Quiroga falleció en 1541, dejando un legado que le ha hecho inmortal en su querida Michoacán.
Fray Luis de León
Aunque fuese por un pequeño periodo de tiempo, Fray Luis de León, también vivió en esta villa. Tan sólo 9 días después de ser fue nombrado Provincial de Castilla de la Orden de San Agustín, falleció mientras se encontraba en el convento de San Agustín Extramuros.
Alonso de Madrigal
Conocido también como El Tostado, por el apellido de su padre, nació en Madrigal a comienzos del siglo XV, y posteriormente estudió en la Universidad de Salamanca, donde llegó a ser catedrático de Teología. Tras una estancia en Tarragona, es nombrado obispo de Ávila por intercesión del rey Juan II. Publicó cerca de 150 obras, sobre todo comentarios de textos religiosos, siendo el mayor teólogo medieval español. Falleció en Bonilla de la Sierra en 1455.
El pastelero de Madrigal
En 1578 tiene lugar la batalla de Alcazarquivir, donde el rey de Portugal, D. Sebastián, muere sin herederos. Pero su cuerpo no se encuentra, así que comienza a alimentarse la leyenda de que el rey sigue vivo. Encuentran a un soldado moribundo, Gabriel de Espinosa, que es rescatado por la hija del sultán que le identifica como Sebastián. Pero no solo ella: los que conocieron al rey ¡también le reconocen como monarca!
Muchas han sido las investigaciones que han tratado de llevar luz a este entuerto, pero la que más me gusta es la que indica que el pastelero de Madrigal, Gabriel de Espinosa, pudo haber sido un hijo bastardo de Juan Manuel de Portugal, hermanastro por tanto de D. Sebastián y «sobrinastro» de Felipe II. ¡Ésto se enreda!
La cuestión es que al regreso del pastelero a Madrigal de las Altas Torres conoció al agustino portugués fray Miguel de los Santos, el cual había sido desterrado por Felipe II a Madrigal por urdir un complot contra Su Majestad. Parece ser que no aprendió de este castigo, pues se aprovechó de Gabriel y de la infanta Ana de Austria, a la sazón monja en el convento madrigaleño. La cosa no tuvo que ser muy difícil, pues a uno no le importaba ser Rey y a la Infanta no le importaba salir del convento.
El asunto se torció cuando «Su Majestad» viajó a Valladolid, donde sus más bajas pasiones y educación de bastardo le jugaron una mala pasada. Una vez denunciado fue arrestado por D. Rodrigo de Santillán, el alcalde del crimen en la Chancillería. Tuvo que ser de escándalo la cara que puso este buen hombre cuando, una vez escuchada la historia, se encontró con las cartas de amor de la Infanta y las del fraile tratándole como por su regio título. Ante éstos hechos se inició un proceso que llegaría a manos de Felipe II, con funestos resultados para nuestro pastelero de Madrigal.
Para poder poner todo esto en contexto, la muerte del rey D. Sebastián y la mayor parte de la flor y nata de la nobleza portuguesa en Alcazarquivir, dejó en estado de shock a la población lusa. Aparecieron leyendas y profecías que indicaban que el Rey no estaba muerto y que algún día volvería. Como ejemplo significativo de esto tenemos al Bandarra de Trancoso, sin el cual quizás el complot del pastelero no habría sucedido.
Dünedain
Este grupo de heavy metal melódico, liderado por Tony Delgado, es oriundo de Madrigal. Comenzó su trayectoria en 2007, habiendo publicado 5 discos, consolidándose también internacionalmente.
Motivos por los que hay que visitar Madrigal
Casa Natal de Isabel la Católica
Este conjunto histórico tiene sus orígenes bastante tiempo atrás, ya que se sabe que fue residencia del rey Pedro I de Castilla (1334-1369), conocido como el Cruel o el Justiciero, según a quien le preguntáramos. Su descendiente, Juan II de Castilla, comienza a utilizarlo como residencia junto a su primera esposa. El palacio es acondicionado para albergar a la corte castellana, hasta que en 1497 Isabel la Católica la traslada.
Aunque siguió funcionando como residencia real, su uso cada vez era menor. Carlos I dona el inmueble a las madres agustinas, que hasta entonces habían ocupado el convento de extramuros. En la actualidad, siguen siendo las religiosas agustinas quienes residen aquí y enseñan algunos de sus espacios en las visitas.
En las zonas visitables destacan los artesonados de la Sala de Cortes -después sala capitular-, el Salón de Embajadores -posterior refectorio- y el de la gran escalera que sube a las habitaciones reales. Allí se conserva el que dicen que es el retrato más fidedigno de los Reyes Católicos. Y, por último, en una pequeña habitación, la sencilla alcoba donde nació Isabel.
En el coro bajo, antigua Capilla Real, se encuentra el sepulcro promovido por María Esperanza de Aragón, hija de Fernando el Católico, la cual, junto con su hermana María nacieron en Madrigal e ingresaron en este convento agustino hacia 1490. El rey quiso reconocer a sus hijas una vez fallecida la reina Isabel, visitándolas en el convento y regalándoles un cuadro de la Virgen que se conserva también allí. Ambas hermanas fueron prioras de Madrigal en diferentes mandatos. Gracias a la buena relación con su sobrino el emperador Carlos, consiguieron que la comunidad religiosa se trasladara al antiguo palacio de Juan II.
María Esperanza fue destinada al Monasterio de Las Huelgas (Burgos) por decisión de Carlos I. Allí encargó al arquitecto Juan de Vallejo la realización de un sepulcro para Madrigal, con la intención de enterrar en él a las mujeres de origen real que tuvieron vinculación con el convento. Finalmente el artista no cumplió con el contrato, puesto que al sepulcro le faltan las esculturas que irían en la tapa, por lo que fue demandado… La causa quedó sin resolverse.
Real Hospital de la Purísima Concepción
Este Real Hospital fue un encargo de María de Aragón, primera esposa de Juan II, una vez la corte se había trasladado a Madrigal. Obtuvieron los fondos para su construcción de la venta de dos hospitales preexistentes que no cumplían con sus funciones, que eran albergar a pobres y enfermos desamparados. La fachada es del siglo XVI y aún se pueden observar los escudos reales.
El siglo XIX supuso su declive, cerrando definitivamente en 1943. Unos años después reabrió como comedor para niños necesitados. Los años 80 suponen el resurgimiento del Real Hospital, ya que es declarado monumento histórico-artístico, y se restaura. En la actualidad alberga la Oficina de Turismo, el Museo Mexicano, y el Aula de la Naturaleza, además de otros espacios empleados para exposiciones y eventos culturales. Además, en su capilla se encuentra el Santísimo Cristo de las Injurias, la imagen más venerada de Madrigal.
Ruta del vino de Rueda: Bodega de Los Frailes
La Ruta del vino de Rueda engloba a todas las localidades productoras de esta Denominación de Origen, entre las que se encuentra Madrigal de las Altas Torres.
Los frailes del convento de San Agustín Extramuros se dedicaban al cultivo de la vid, en concreto de la variedad verdejo, que se trabajaba en estas tierras desde la Edad Media. Ante la escasez de espacio en las bodegas conventuales, decidieron en 1732 construir un nuevo espacio en la zona más alta del pueblo, aprovechando una estructura ya existente. Además, construyeron el lagar encima, así «quedaba centralizado» todo el negocio y no tenían que transportar los productos a otro lugar. Las obras finalizaron en 1766, y cuentan con dos espacios principales: el cañón de los arcos -justo debajo del lagar-, y el cañón chico. Las bóvedas del espacio son de cañón, pero la de la estructura original es de crucería.
La visita es guiada y se concierta con la Oficina de Turismo. Se pueden visualizar varios paneles y audiovisuales, para finalizar con una cata del vino municipal Ysabel de Madrigal, D.O. Rueda -o un refresco para los niños-.
Iglesia San Nicolás de Bari
Esta iglesia es como el cofre del tesoro, ¡mires donde mires encuentras cosas interesantes! Es una iglesia de origen mudéjar, con dos ábsides al exterior con decoración de arquillos. La altísima torre campanario también es de ladrillo; aunque bastante austera en su decoración esto no parece importarle a los inquilinos que viven en lo más alto. El interior de la iglesia es de tres naves, el techo de la central está cubierto por un fabuloso artesonado en madera de nogal, que ya de por sí merece la pena la visita.
La iglesia contaba con un coro a los pies de la nave, compuesto por un popurrí de elementos, colocados casi como un puzle: sillerías de distinta época, fragmentos de una techumbre medieval, los restos de un artesonado renacentista y unas pinturas del gótico tardío que formaron parte del antiguo retablo mayor hasta el siglo XVIII. Las tablas del retablo se habían convertido en la tarima del coro, mientras que el marco servía como decoración de la sillería. Una restauración llevada a cabo por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León rescató cada pieza y la devolvió a su lugar: el retablo-tarima ha sido reconstruido, ya se conservan las pinturas de las zonas que quedaban bajo las sillas, el resto se ha perdido por las pisadas…
¿Y el resto de las piezas? Bueno, el coro renacentista ha sido reconstruido en la parte baja. Al subir las escaleras, pueden verse expuestas en vitrinas los restos de la techumbre medieval, cuyas piezas policromadas se han conservado. Toda esta intervención ha sido merecedora de un premio de Hispania Nostra.
Iglesia de Santa María del Castillo
No pudimos acceder puesto que se encontraba en pleno proceso de restauración. La cuestión es que, durante unas obras para rebajar al nivel original el piso del presbiterio se desmontó el retablo mayor y, ¡oh, sorpresa! Allí aparecieron una serie de pinturas murales en el ábside del siglo XIV. La investigación prosiguió y encontraron otra serie en el lateral norte, ya del siglo XV.
El proyecto tiene como propósito conservar tanto estas pinturas, como elementos originales del templo mudéjar, mientras se desplaza el retablo barroco, que serviría para delimitar la parte barroca de la iglesia.
Museo Mexicano
El museo dedicado a Vasco de Quiroga se encuentra en el Real Hospital. Una de las cosas que lo hace más curioso, es que surgiera como respuesta a los fondos que iban trayendo los mexicanos que visitaban Madrigal de las Altas Torres. En este museo se pueden encontrar piezas de artesanía hechas con técnicas que el propio Quiroga enseñó para ayudar a los nativos de Michoacán. Las obras provienen de diferentes pueblos como Santa Clara del Cobre o Paracho.
Este museo cuenta en la actualidad con algo más de 100 piezas incluyendo esculturas, máscaras, pasos de Semana Santa o un altar de muerte. Para visitarlo podéis contactar con la Oficina de Turismo.
Aula de la Naturaleza y la webcam de las cigüeñas
En la comarca de La Moraña residen las avutardas (Otis tarda), una de las aves más pesadas que vuelan -el macho puede pesar entre 5 y 18 kg-. Madrigal de las Altas Torres es el centro de esta Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), por esta razón se inauguró en 2001 el Centro de Interpretación de la Naturaleza en el Hospital Real. A través de distintos paneles, maquetas y esculturas conocemos la rica fauna de esta comarca. Se trata de una zona eminentemente agraria, en la que aún se encuentran diversos humedales. Hasta hace un siglo y medio el núcleo urbano de Madrigal se encontraba rodeado por numerosas charcas.
Existen dos cámaras de circuito cerrado situadas en la torre de la iglesia y permiten al visitante observar en directo las aventuras de las cigüeñas en sus nidos y por los campos de la zona. Todas las imágenes se recogen en unos monitores del Aula de la Naturaleza, pero ¡también se pueden ver desde casa!
Madrigal de las Altas Torres con niños
Madrigal es un pueblo con muchas ventajas para ir con niños: desde calles anchas y sin apenas tráfico que te permiten moverte cómodamente, incluso con cochecito de bebé, y corretear. Los distintos monumentos no están lejos entre sí, pero tienen la distancia suficiente para que los niños puedan desconectar entre uno y otro con sus juegos. Justo delante del Palacio de Juan II existen unos jardines, que terminan en un amplio parque infantil con zona de merendero.
Lo cierto es que los monumentos no cuentan con ascensor porque no era una prioridad al final de la Edad Media, pero sí son bastante espaciosos como para dejar el cochecito y cuentan con amplias escaleras para subir con los pequeños en brazos.
Más allá de cuestiones logísticas, Madrigal es un pueblo con muchas posibilidades. ¿A qué niño no le gustan los castillos? Desde luego que la puerta de Cantalapiedra parece uno… El poder recorrer las murallas y torreones les encantará. Por otro lado, en todo el patrimonio de Madrigal destacan los colores que os llevarán a un mundo de ensueño: desde las vigas policromadas del coro de San Nicolás hasta los techos del Hospital Real -no te despistes que te los perderás….- que os permitirán jugar a adivinar qué veis. Podréis disfrutar del Aula de la Naturaleza de La Moraña. Una vez que hayas conocido a las avutardas y las cigüeñas de Madrigal de las Altas Torres podrás hacer un viaje al centro de la tierra visitando la bodega de Los Frailes.
Es importante recordar a los niños que todos los grandes personajes de la Historia también fueron pequeños como ellos. Explicarles quién fue la reina Isabel y llevarles a ver en qué cuarto tan pequeño nació tan gran personaje histórico será un aliciente para que nunca dejen de soñar.
Datos del viaje
¿Cómo llegar a Madrigal de las Altas Torres? Medios de transporte
Desde Ávila:
La distancia entre Ávila y Madrigal es de 80 km, y se suele tardar unos 55 minutos. El camino a seguir es por la A-50 hasta la salida 46 Salvadiós / Fontiveros / Narros del Castillo. Allí se toma AV-P-129 hasta Rasueros, donde tomaremos la CL-610 hasta Madrigal.
Desde Salamanca:
Madrigal de las Altas Torres se encuentra a 71 km de Salamanca. El trayecto en coche suele durar unos 50 minutos, viajando por la A-50 hasta Peñaranda de Bracamonte y allí tomando el desvío de la CL-610.
Desde Madrid:
La distancia es de 160 km, y el trayecto tiene una duración de 1h 50 minutos. Lo más rápido es viajar por la AP-6 / A-6 hasta Arévalo. Allí tomar la CL-605 hacia Madrigal.
Desde Valladolid:
Valladolid está a 1 hora y 83 km de distancia. Se toma la A-62 hasta Tordesillas. En la salida 151 pasamos a la A-6 en dirección Madrid. Al llegar a Medina del Campo, tomamos la CL-610 que ya nos llevará hasta Madrigal de las Altas Torres.
¿Y en transporte público?
Llegar en transporte público a Madrigal es un poco complicado, puesto que el trayecto incluye varios transbordos. Recomendamos viajar en coche particular.
El tiempo en Madrigal de las Altas Torres
Tal vez antes de viajar a Madrigal nos preguntemos qué tiempo hace. El día que nosotros estuvimos tuvimos casi las 4 estaciones: a ratos el cielo estaba muy nublado, otros lucía el sol e ¡incluso nevó! Para que podáis planificar vuestro viaje sin sobresaltos, en este enlace encontraréis la previsión para los próximos días.
Alojamiento y restauración
Si queréis pasar la noche, o incluso unos días relajados, existen varias posibilidades de alojamiento en la propia Madrigal. En su página web, el Ayuntamiento recomienda estos establecimientos.
Aunque la oferta gastronómica no es especialmente abundante, sí existen varios locales con variedad de menús. Recomendamos consultar en la Oficina de Turismo para que nos aconsejen.
Si queréis saber más…
La Oficina de Turismo está situada en la Plaza del Cristo (Edificio Real Hospital). Los teléfonos de contacto para información y reservas de las actividades son 920320699 / 661502613. También podéis escribirles por correo electrónico aquí o aquí
Libros sobre Madrigal de las Altas Torres
Caballero Escamilla, Sonia. «La recuperación de la memoria: El antiguo retablo mayor de la iglesia de San Nicolás de Bari de Madrigal de las Altas Torres (Ávila)», en Akobe: restauración y conservación de bienes culturales, nº 7, 2006. pp. 31-34.
Campo del Pozo, F. «Don Vasco de Quiroga promotor de la educación indígena», en Revista Historia de la Educación Latinoamericana, nº 13, 2009. pp. 67-84.
«Centro de Interpretación de la Naturaleza de Madrigal de las Altas Torres», en Bolecin, Boletín del Centro de Interpretación de la Naturaleza de Valladolid, nº 56, 2001. pp. 16-17.
Díaz de la Torre, Jorge M. De paneras y casonas. Recoridos por la arquitectura popular de La Moraña. Asodema. Arévalo (Ávila), 2001.
Gobierno de España (ed.). «Resolución de 4 de noviembre de 2002 de la Dirección General de Patrimonio y Promoción Cultural de la Consejería de Educación y Cultura, por la que se acuerda incoar procedimiento de delimitación del entorno de protección del Recinto Murado de Madrigal de las Altas Torres (Ávila), declarado bien de interés cultural con categoría de Monumento», en Boletín Oficial del Estado, nº 291, 5 de diciembre de 2002.
Gutiérrez Robledo, J.L. (dir.). Memoria mudéjar en La Moraña. ASODEMA. Ávila, 2011.
Parrado del Olmo, J.M., y R.J. Payo Hernanz. «Un sepulcro vinculado a la Casa Real en el Convento de Nuestra Señora de Gracia de Madrigal de las Altas Torres (Ávila). La abadesa María Esperanza de Aragón, hija de Fernando el Católico, y el arquitecto Juan de Vallejo», en Ars & Renovatio, nº 4, 2016. pp. 3-21.
Valdés Fernández, M. «Estudio de los ábsides mudéjares de La Moraña (Ávila)», en Asturiensia medievalia, nº 5, 1986. pp. 135-154.
Isabel la Católica para niños…
Pérez-Lucas, Mª Dolores. ¡Paso a la reina Isabel! Colección Las Campanas. Editorial Susaeta. Madrid, 1990.
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- Estilo académico: Marieta Bermudo. «Madrigal de las Altas Torres». Historia, maleta y niños. Junio, 2020. https://www.historiamaletayninos.com/madrigal-de-las-altas-torres/ . Fecha de acceso
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