¿Por qué viajar a Noruega con niños? Es posible que te surjan dudas, pero créeme, es uno de los mejores destinos que puedes elegir. Como verás a continuación, no es sólo un destino de invierno, ni restringido a las familias. Todo lo contrario, los niños en Noruega son más que bienvenidos.
Eso sí, si no quieres ponerte los dientes largos, mejor no leas las maravillas que tiene este país escandinavo guardado para aventureros como tu familia y tú.
1. Los vikingos
Hacia el año 800 existían en Noruega unos 30 pequeños reinos, separados entre sí por altas montañas y profundos fiordos. Su interés por salir de sus fronteras y ver qué había más allá les empujó a construir barcos cada vez más grandes. Así los vikingos fueron conociendo mundo, a veces con buenas intenciones y otras no tanto…
Todo por amor
La historia de la unificación noruega es una historia de amor. Uno de estos pequeños reyes, Harald Cabellera Hermosa (850-932), se enamoró de la princesa Gyda, quien renunció a casarse con él hasta que no fuera el rey de toda Noruega. El amor de Harald era tan grande que puso verdadero empeño en la tarea, jurando a Gyda no cortarse el pelo hasta que lo consiguiera. Varios años y numerosas batallas después, llegó un mensajero al palacio de Gyda con una larga coleta rubia…
Vive como un vikingo
Hoy en día podemos conocer a fondo cómo vivían los vikingos gracias a distintas experiencias inmersivas que encontramos en Noruega: museos interactivos, festivales, mercadillos, recreaciones históricas, obras de teatro… En Oslo están reformando el Museo de los Barcos Vikingos para convertirlo en el gran Museo Vikingo. Hasta que su inauguración, prevista para 2025, podemos disfrutar con la exposición de realidad virtual The Viking Planet o una visita al Museo de Historia y su exposición Vikingr.
Si viajamos a los fiordos encontraremos varios lugares de gran interés de la historia vikinga. En Stavanger está la Casa Vikinga y el monumento Sverd i fjell (espadas en la montaña), el lugar donde Harald Cabellera Hermosa unificó toda Noruega. Y si lo que quieres es vivir realmente como un vikingo, en la aldea Njardarheimr en Gudvangen, cerca de Flåm, puedes convivir con ellos y participar en todas sus actividades cotidianas.
¡Pero eso no es todo! Más al norte, en Trøndelag se hace cada verano una recreación histórica de la batalla de Stiklestad, en la que los líderes locales vencieron al rey cristiano Olaf Haraldsson, quien más tarde se convirtió en Olaf el Santo.
Finalmente, si tenemos la suerte de llegar hasta Lofoten, no deberíamos perdernos el Museo Vikingo Lofotr que alberga el edificio más grande que construyeron los vikingos.
2. ¿De dónde vienen los trolls?
Bueno, ¿y qué me decís de los trolls? La mitología noruega ayudaba a los antiguos habitantes a comprender mejor el mundo, la vida, y los cambios que se producían en ésta. El nacimiento, la muerte, las tormentas, las guerras… todo tenía explicación. Thor, Odín, el Valhalla, Freyr y Freya, las brujas y los trolls nos siguen acompañando hoy en día en nuestro viaje por Noruega.
Theodor Kittelsen es el artista noruego que mejor ha sabido interpretar la mitología de su país. Sus pinturas e ilustraciones de finales del siglo XIX captan toda la belleza de los paisajes noruegos. Él fue quien puso rostro a los trolls, y sus trabajos perduran hoy en día, teniendo gran influencia en otros artistas próximos al Círculo Polar.
3. Fiordos, glaciares, auroras boreales… ¿con niños?
Con niños, ¡claro! Noruega es de esos países que os sorprenderán por su alucinante naturaleza. No serán pocas las ocasiones en las que os sentiréis pequeños o, incluso, abrumados por los magníficos paisajes o entornos que iréis descubriendo.
Los frondosos bosques, sacados de un cuento de hadas, esconden numerosos riachuelos y cascadas (fossen) que harán las delicias de grandes y pequeños. O quizás seáis más de los grandiosos glaciares y sus helados paisajes.
Los icónicos fiordos no se quedan atrás, y recorrer sus abruptas costas, tanto desde tierra como en un crucero, os dejará con la boca abierta. Pero hay mucho más… Podemos aventurarnos más al norte, donde el paisaje ártico nos dará la bienvenida con sus auroras boreales o el increíble sol de medianoche. ¡Una experiencia inolvidable para todos!
¿Cuándo viajar a los fiordos noruegos?
¡Todas las épocas del año tienen su encanto! Nosotros los conocimos en verano, y la verdad es que nos encantaría repetir en otoño para disfrutar de los colores de la caída de las hojas. Las ventajas de la temporada media y baja es que hay muchos menos visitantes y todo está más tranquilo; además, los precios bajan considerablemente.
Por contra, es que no hace tan buen tiempo -ojo, en verano las temperaturas son agradables, pero puede llover diariamente…. En cualquier caso, debe ser una experiencia de cuento para toda la familia ver los fiordos invernales y disfrutar de un delicioso chocolate caliente junto a la chimenea.
¿Cuál es la la mejor época para viajar a Noruega y ver la aurora boreal?
Si queremos disfrutar del espectáculo natural de las luces del norte, debemos viajar Noruega en otoño o invierno y, cuanto más al norte, más probabilidades de verlas. ¿Nos animamos a cruzar el Círculo Polar? Lugares como Tromsø, la península de Varanger, o el fiordo de Lyngenfjord nos esperan. Además, podemos aprovechar para practicar deportes de invierno, montar en kayak o trineo, pescar… ¡Hay un sinfín de actividades!
4. Rutas en coche y furgoneta por Noruega
Quizás viajar en coche no sea del gusto de todos, pero creo que uno de los atractivos de este país nórdico son sus carreteras y límites de velocidad. Cuando uno se desplaza en coche o furgoneta por Noruega se abre un mundo de aventuras que nos adentra en sus secretos. Que la velocidad máxima permitida no sea muy elevada (y sí, se respeta) así como que las carreteras sean del tipo «nacional» o más pequeñas, permiten a los viajeros disfrutar de las vistas.
Las áreas de descanso están muy, muy cuidadas y muchas son verdaderos ejemplos de diseño escandinavo. El estado de conservación de las carreteras es ejemplar, aunque algunas rutas están cerradas durante algunos meses al año por la nieve y el mal tiempo.
Viajar en coche por Noruega nos descubrirá sus valles, montañas, y glaciares, lo cuál no solo os relajará, sino que os invitará a la aventura en familia.
Rutas Panorámicas de Noruega
Las Rutas Panorámicas de Noruega son las 18 carreteras más especiales del país en las que encontraremos una maravillosa combinación de paisajes espectaculares, diseño vanguardista y obras arquitectónicas ejemplares. Las Rutas Panorámicas son una alternativa a las carreteras tradicionales ya que están preparadas para disfrutar del entorno recorriendo los lugares más encantadores de Noruega.
Viajar a Noruega en coche desde España
El viaje en coche desde España hasta Noruega no es, ni mucho menos, complicado. Las carreteras europeas están en muy buen estado y se puede hacer todo el recorrido por autopista. La limitación es, obviamente, el tiempo. Si no disponemos de muchos días de vacaciones, tal vez lo mejor sea volar hasta algún aeropuerto noruego y, una vez en destino, alquilar una furgoneta o coche, según nuestras necesidades.
5. Stavkirke
El mejor legado cultural de Noruega al mundo son las stavkirke: las iglesias tradicionales realizadas en madera entre los siglos XII y XIV. En la actualidad se conservan sólo 29, pero llegaron a existir unas 1000. Su continuidad está muy ligada a la Peste Negra. La enfermedad diezmó la población noruega, que no volvió a recuperarse hasta el siglo XVII, por lo que dejaron de construirse nuevas stavkirke y conservarse las existentes. En 1650 sólo quedaban 270 iglesias.
Su nombre viene de las staves, o columnas, que sirven como elementos principales de sujeción del templo. La madera empleada es de tal calidad, que aún hoy se conserva prácticamente intacta. ¡Es un auténtico viaje en el tiempo!
6. Tren de Flåm
El tren de Flåm es uno de los trayectos ferroviarios más famosos del mundo. No ganaría la competición por ser el más largo, pues el viaje apenas dura una hora entre Flåm y la estación de montaña de Myrdal, pero recorre estos 20 kilómetros ascendiendo 867 metros con una pendiente del 5.5% .
En el viaje se atraviesan 20 túneles, de los cuales el de Nåli tardó 11 años en construirse. Aparte de su indudable calidad como obra de ingeniería, el tren de Flåm atraviesa en poco tiempo una gran variedad de paisajes: verdes pastos, bosques de abedules, alta montaña… Y, además, hace una parada en la caudalosa Kjosfossen, donde los viajeros podemos disfrutar de un espectáculo musical al pie de la cascada.
El tren de Flåm puede ser la excusa para perfecta hacer un poco de turismo deportivo, ya que se pueden alquilar unas bicis al llegar a Myrdal e iniciar el regreso a Flåm por la pequeña carretera… O tal vez los muy valientes prefieran subir a Myrdal pedaleando y bajar en tren…
7. Acampada libre
¡Sí! La acampada es libre en Noruega, aunque con algunas pequeñas normas. El allemannsretten es el derecho a vagar libremente bajo la premisa principal del respeto total hacia la Naturaleza. Así que si este tipo de aventuras os parecen un plan ideal, Noruega es el país para realizar vuestros sueños 🙂
También existen más de 1000 zonas de acampada de gran calidad por todo el país, con espacio para tiendas, caravanas y autocaravanas. Muchas cuentan, además, con cabañas, bungalows y áreas de glamping: realmente existen opciones para todos los públicos y bolsillos. Son numerosos los camping que tienen zonas de actividades pensadas para las familias: rocódromos, piscinas, parques, playas…
8. Fauna de Noruega
La fauna noruega es simplemente ¡alucinante! No es de extrañar en un país en el que la naturaleza rodea todos y cada uno de los rincones. La forma más segura de acercarnos a la fauna salvaje es a través de distintos safaris que se ofrecen en todas las latitudes del país. Podremos avistar ballenas, frailecillos, bueyes almizcleros, alces…. ¡Incluso osos polares si viajamos a Svalbard!
Existen varios lugares donde podemos ver animales aún más de cerca, incluso tocarlos y darles de comer: el parque de los osos Bjørneparken en Flå, la granja de los niños de Hunderfossen Eventyrpark en Lillehammer o el Parque Polar de Bardu cerca de Narvik, por mencionar algunos… Si lo que nos gusta es la fauna marina, destacan los acuarios de Bergen, Ålesund, y Tromsø, donde se encuentra el acuario más al norte del mundo.
9. Cocina saludable con aromas del Norte
Si hay algo que está claro en un viaje a Noruega, es que vamos a comer bien. Las delicias locales más conocidas incluyen skrei (bacalao) y salmón, pero la cosa no acaba ahí. Noruega produce una importante cantidad de frutas como manzanas, peras, ciruelas y cerezas. Muchos huertos ofrecen al visitante la posibilidad de participar recolectando la fruta de los árboles, aunque tal vez prefiramos recoger bayas silvestres en el bosque, algo que gusta mucho a los noruegos.
Los quesos noruegos tampoco os dejarán indiferente: el famoso queso marrón o brunost y el queso de cabra de Undredal son verdaderamente sabrosos. ¿Y si nos apetece algo dulce? Hay que probar los bolle, unos bollitos con canela, chocolate o frutos rojos; los gofres con forma de corazón; o los lefse, una masa parecida a las tortitas que se toma rellena de cualquier cosa -¡o con brunost!
Los festivales gastronómicos son cada vez más abundantes y la ocasión perfecta para conocer productos típicos de cada una de las regiones. Algunos, como el festival del rakfisk (trucha semifermentada) en Fagernes aseguran la diversión con conciertos y actividades culturales.
10. Miradores: una ventana a lo salvaje
Mención especial merecen los miradores noruegos. Si ya habíamos disfrutado con las fantásticas vistas desde sus carreteras, no os olvidéis de parar en los miradores y admirar las maravillas de la naturaleza. Si estáis por la zona de Flåm, es imprescindible subir a Stegastein y admirar el fiordo desde sus 650 metros de altura.
No todos los miradores son ejemplo de la arquitectura más contemporánea. La propia naturaleza también nos ofrece lugares inigualables. Las formas caprichosas de Trolltunga (lengua del Troll) o el mítico Púlpito nos llevan a los más estremecedores acantilados de Europa.
Si sobrevivimos a las emociones fuertes de estos miradores, no deberíamos perdernos los puentes colgantes que cruzan algunas de las más caudalosas cataratas del país. Como os podréis imaginar sus vistas serán toda una experiencia en vuestro viaje a Noruega con niños.
Viaje al centro de la tierra
¿Cómo os sentiríais si fuerais los protagonistas de la famosa novela de Julio Verne? En Noruega podéis descubrirlo (o casi). El túnel de Lærdal comunica la localidad del mismo nombre con Aurland, en la región del fiordo de Sogn. ¿Y qué tiene de especial? Bueno, es el túnel por carretera más largo del mundo con sus ¡24,5 km!
11. Oslo, con niños y a lo loco
La capital noruega se presenta como una ciudad cosmopolita y dinámica, con un centro urbano cómodo y fácil de recorrer, tanto a pie, como en bici o usando el transporte público -no en vano Oslo fue elegida en 2019 Capital Verde europea. En Oslo podremos disfrutar de la arquitectura más vanguardista y algunos de los museos más interesantes de Europa, como el Museo de Arte Infantil, con obras realizadas por niños de todo el mundo. Podemos visitar el Museo Fram, sobre la exploración polar de Amundsen; en el Museo Kon-Tiki conoceremos la aventura por el Pacífico de Thor Heyerdahl; o el Museo del Pueblo Noruego, que alberga los edificios más significativos del país en miniatura.
Pero no sólo eso… ¿Os gusta el esquí? En Oslo está la rampa de salto de Holmenkollen, que nos ofrece unas vistas inmejorables de la ciudad; o quizá prefiramos ponernos en forma en SNØ, donde se pueden practicar deportes de nieve ¡incluso en verano!
Si aún os quedan fuerzas, podemos trepar a los tejados de la Casa de la Ópera, pasear por la célebre calle Karl Johans, disfrutar de los mercadillos navideños durante el Adviento, o perdernos entre las más de 200 esculturas del parque de Vigeland.
¿Cuáles son los requisitos para viajar a Noruega?
Actualmente no existe ninguna restricción para viajar a Noruega. Únicamente se necesita documentación en vigor: pasaporte o DNI para los ciudadanos de la Unión Europea; o visado turístico para los viajeros procedentes de otros destinos.
Sanidad en Noruega
Se recomienda llevar la Tarjeta Sanitaria europea para poder ser atendido en igualdad de condiciones que un residente en Noruega; es decir, sólo se abonará un porcentaje de la consulta y la totalidad de las medicinas (utilizan el método de copago sanitario). Sin la tarjeta, se abonaría el total de la consulta, un servicio que puede resultar muy caro.
Para mayor tranquilidad también se recomienda la contratación de un seguro privado si se van a realizar deportes de riesgo o aventura. Más vale prevenir…
Bibliografía que te será útil para ir a Noruega con niños
Información sobre Noruega
Vikingos
Museo de Historia de Oslo: Vikingr
Aldea vikinga Njardarheimr en Gudvangen
Transportes en Noruega
Rutas Panorámicas de Noruega (en inglés)
Noruega y su fauna
Bjørneparken en Flå
Hunderfossen Eventyrpark en Lillehammer
Parque Polar de Bardu cerca de Narvik
Acuario de Bergen
Acuario de Ålesund
Acuario de Tromsø