Quizá todos los padres en mayor o menor medida nos hemos visto ante la tesitura de cómo hacer la Historia del Arte para la familia un poco más amable y divertida, pero pocos se atreven con el arte oriental para niños. A muchos nos gusta viajar con nuestra familia pero sin renunciar a visitar lugares históricos o disfrutar del arte local. Hace un tiempo publicamos una lista de consejos para que nuestra visita en familia a un museo fuera un éxito pero, ¿y si queremos compartir con los niños el arte desde casa? Tal vez nos interese como base para una actividad posterior, como hacer alguna manualidad, enseñarles a pintar usando alguna técnica en concreto, ver alguna película…
Espero que os guste esta selección de obras de arte para niños hecha por mis propios hijos tras muchas horas de juegos, adivinanzas y risas sobre las mismas.
Asia es un continente tan grande como lejano, y cualquier historia que podamos contar sobre sus tierras hará que nuestra imaginación vuele. Seguro que en algún momento nos hemos imaginado explorando sus estepas y junglas o quizás cruzando sus desiertos para encontrar las tierras que cautivaron a Marco Polo. Lo bueno del arte oriental es que no es monolítico ni en sus temas ni su evolución a lo largo de los siglos. Llega a nuestros días con una fuerza vibrante en todas sus facetas artísticas deseando que el mundo las disfrute.
Al final de todo, si no hacemos del arte un juego para los niños, éstos no aprenderán a apreciarlo:
La gran ola en Kanagawa: Un clásico del arte japonés
Yo diría que esta es la obra más reconocible del arte japonés, ¿verdad? Una ola de proporciones gigantescas se abate sobre unas débiles barcas mientras el monte Fuji se muestra sólido y estable al fondo. La marejada es de impresión. ¿Qué pasará con los pescadores? ¿Conseguirán llegar a la costa y salvarse? ¿O el mar destrozará las embarcaciones y se irán al fondo del océano?
Katsushika Hokusai (1760-1849) comenzó como aprendiz de un tallador de madera. A lo largo de su trayectoria llegó a dominar distintas técnicas de pintura e ilustración. Es el creador del Hokusai Manga, una serie de miles de dibujos y bosquejos que representan la naturaleza, escenas cotidianas y algunos elementos sobrenaturales, pero que no tienen conexión entre sí. Es reconocido también por su serie Treinta y Seis Vistas del Monte Fuji, a la que pertenece La gran ola.
Nuestro artista de la dinastía Ming favorito: Qiu Ying
Despedida en Xunyang pertenece al estilo azul y verde, que se venía desarrollando desde la dinastía Tang (s. VII-X). Los paisajes pintados en este estilo quieren evocar el pasado o algún lugar paradisíaco. Qiu Ying trabaja además con tinta, realizando un apasionante trazado de líneas paralelas. Cuando dibujamos con nuestros hijos es divertido hacer crecer las figuras utilizando este método, como si pintáramos los arcos de un arcoiris.
Qiu Ying (hacia 1494-1552) pertenece al grupo de los Cuatro Maestros de la dinastía Ming, cuatro amigos que dominaron la escena artística china entre los siglos XV y XVI. Qiu Ying se especializó en la técnica gongbi en la que las pinceladas son tan precisas que la obra adquiere un gran nivel de detalle. Es, además, el pintor que más se ha falsificado en la historia del arte chino.
Descubre el mundo de los grabados japoneses: El río Mie cerca de Yokkaichi
¡Oh, no! El fuerte viento en la orilla del río Mie ha hecho que el sombrero del señor se vaya volando por el camino. Está echando una carrera para recuperarlo. Mientras tanto, su compañero está en el embarcadero, y por su postura parece que sujetando con más fuerza su sombrero y su capa. ¡A él no se le volará!
Ando Hiroshige (1757-1858) es el gran maestro del uyiko-e, una técnica de xilografía (grabado sobre madera) que representaba una gran variedad de temas: paisajes, folklore, bellezas femeninas, actores de kabuki… Las obras de uyiko-e fueron fundamentales para la difusión del arte japonés en Occidente a finales del siglo XIX.
Hiroshige es conocido principalmente por sus series Las cincuenta y tres estaciones de Tōkaidō, al que pertenece este cuadro, y Cien famosas vistas de Edo.
¿Graffiti en Camboya?
Lisa Mam (n. 1990, también conocida como Lil Dots) es la primera artista urbana de Camboya. Comenzó su trayectoria en 2011, cuando todavía estaba en el colegio. Pertenece a un movimiento que impulsa el arte urbano como forma de expresión del nuevo arte jemer. Además, compagina su carrera artística con su trabajo como dentista.
Lisa Mam encuentra la inspiración para las figuras femeninas de sus graffiti en las imágenes de las diosas grabadas en las piedras de los templos de Angkor. Su idea es partir del arte y la cultura antiguas y convertirlas en algo nuevo que encaje en nuestra sociedad moderna.
Podéis seguirla en Instagram @lisa_mam_art o Facebook @Lisa Mam
Tigres y urracas de la suerte: El arte coreano más divertido
En estas representaciones populares (Minhwa significa arte folk) se tiende a hacer al tigre más pequeño de lo que realmente es, aunque representarlo significa una protección contra las catástrofes naturales. Las caras están dibujadas con mucho humor, ya que según las leyendas y cuentos populares, los tigres coreanos son bastante payasos, dóciles y amables. Suelen estar acompañados de una o más urracas, que son consideras mensajeras de buenas noticias.
A mis hijos les gustan estas representaciones de los tigres en distintas facetas de su vida. Es cierto que las caras les traen locos, se ríen y no paran de preguntarme el por qué de dibujarlos así. Cuando les digo que las perspectivas en el arte varían con la cultura me miran raro y sé que es el momento de pasar al tigre que fuma en pipa. Todo tiene su momento 🙂
Bai Xueshi: Un icono de la pintura china del siglo XX
Este paisaje es tan delicado y etéreo que parece sacado de un sueño. En los delgados árboles comienza a brotar la primavera, mientras que la niebla se levanta del lago. Esta obra nos hace recordar a las frías mañanas de invierno de camino al colegio, que se convierten en lo que aquí llaman «mañana de niebla, tarde de paseo».
Bai Xueshi (1915-2011) da una vuelta de tuerca a la pintura china tradicional, en la que se llevan representando imágenes de la naturaleza al menos desde el siglo I a.C como parte de la tradición taoísta.
Ésto también es arte tibetano
La verdad es que cuando me puse a mirar obras de arte de Tíbet nunca pensé que mis hijos fuesen a elegir esta máscara. Les hizo mucha gracia que tuviera barba y nariz, y al principio pensábamos que era para algún tipo de teatro cómico. Pero, como todo en el arte, las obras tienen muchas lecturas, y en el caso de esta máscara no iba a ser menos.
En la tradición Kalachakra del budismo tibetano, los monjes utilizan estas máscaras de cobre repujado para uniformar sus rostros y no distinguir los rasgos individuales de cada uno.
Kalachakra es el nombre de los tantras más misteriosos y significa «rueda del tiempo». Tsi Lu Pa los llevó al Tíbet hacia el año 966 d.C. procedentes de un paraíso terrenal llamado Shambhala, situado más allá del Himalaya.
El Nang yai de Tailandia
El Nang yai es el teatro de sombras tailandés. Los títeres están recortados sobre piel de búfalo y el tamaño es ¡al natural! Aunque en algunas localidades del sur del país son mucho más pequeños. Lo tradicional es representar historias de la versión tailandesa de la epopeya india Ramayana y se narra mediante canciones y música. Las representaciones se suelen hacer al aire libre, y la iluminación proviene de una hoguera.
¡A nosotros nos ha gustado mucho descubrirlo! Las opciones para hacer nuestra propia versión en casa son infinitas: con cartulina negra y un poco de paciencia para recortar se pueden ambientar mil historias. Claro, que mejor que los personajes sean de tamaño pequeño.
¿Pingüinos en Mongolia? Sí, un poco de arte contemporáneo
Cuando pienso en arte para niños instintivamente me viene a la cabeza la palabra juego. En el fondo el disfrutar de una obra de arte no deja de ser el jugar con la propuesta que nos hace el autor. Y en esto las obras del mongol Otgonbayar Ershuu (n. 1981, también conocido como OTGO) nos permiten eso mismo, el poder observar los detalles y lanzar retos a nuestros hijos. ¿Cuántos pingüinos ves? ¿Te atreves a contarlos? ¿Encuentras a Wally? Todos estos juegos nos garantizan el pasar un buen rato con los peques.
Objetivo Birmania: En búsqueda del elefante blanco
Durante el reinado del rey Mindon (1853-1878), los artistas eran nombrados oficialmente por la Corte. Una de sus tareas era registrar escenas de la realeza y los eventos más destacados en unos libros llamados parabaik. Se pintaban a la acuarela y se enmarcaban con un borde dorado, donde se inscribía el título.
Todo rey birmano anhelaba poseer un elefante blanco o sinpyudaw que simbolizara su poder y soberanía. En las historias budistas también son señal de paz y prosperidad. Cuando se encontraba un elefante blanco se llevaba a la Corte para regalárselo al monarca. Es la escena representada en este parabaik: un grupo de jinetes a lomos de elefantes encuentran y conducen hacia palacio.
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- Estilo académico: Marieta Bermudo. «10 obras de arte oriental para niños». Historia, maleta y niños. Marzo, 2020. https://www.historiamaletayninos.com/10-obras-de-arte-oriental-para-ninos/ Fecha de acceso
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