Hace ya algunos años estuve realizando un periodo de prácticas en el Centro Cultural Hispano-Japonés de Salamanca, popularmente conocido como Casa de Japón. Mi misión allí era hacer una catalogación histórico artística del edificio, un palacio de origen renacentista ubicado en el centro de la ciudad, del que poco se sabía. Todo aquello culminó con un trabajo bastante largo que después corregí y resumí para publicar un artículo en la Revista de Historia Autónoma de mi alma mater.
A continuación podéis leer un extracto del artículo y así conocer algo más parte del patrimonio salmantino.

La fundación en el siglo XV
La sede de la Casa de Japón es el Palacio Arias Corvelle, edificado en 1470 por el señor de Alizaces, Alonso Arias Corvelle, en la salmantina plaza de San Boal. La familia pertenecía a la alta sociedad de Salamanca, tenía mayorazgo en Sabugal (hoy Portugal) y participó en la conquista de Granada. El palacio se dividió en dos en la tercera generación de la familia, división que a día de hoy perdura, correspondiendo una parte a la citada Casa de Japón y la otra a la Academia de Bellas Artes de San Eloy.
¿Qué elementos originales se conservan en el Palacio Arias Corvelle?
De la obra original se conservan la portada, el alfiz y algunas de las ventanas góticas. El estilo de estos elementos se repite por toda Salamanca: una portada con arco de medio punto en piedra de Villamayor, adovelado enmarcado por alfiz y los escudos de armas de los propietarios. En este caso, la portada se resalta mediante un triple arco de medio punto construido por dovelas de gran tamaño.
La arquivolta interior está decorada con un bajorrelieve de tréboles, el segundo nivel cuenta con una cenefa con florones, mientras que el exterior, bajo la moldura, presenta unas flores de menor tamaño. Esta decoración se repite en dos aristas laterales que ascienden desde la imposta del arco hasta la base del balcón. Paralelamente, a modo de alfiz, corren unas sobrias molduras que enmarcan el balcón y su puerta quedando el escudo de los Corvelle en un piso superior, encerrado asimismo por similares listones.
El siglo XVI: Renacimiento salmantino
La primera gran reforma ocurre en el segundo tercio del siglo XVI, obra del matrimonio de Diego de Herrera y Aldonza Enríquez, descendientes del fundador. Además, convirtieron la vecina parroquia de San Boal en panteón familiar. Su hijo Alonso realizó el patio, la escalera y el artesonado de los techos. La monumental escalera también está realizada en piedra de Villamayor. Su labra muestra con motivos humanistas: roleos vegetales enmarcando personajes mitológicos, faunos, genios, aves… Por el lado exterior se muestran unos medallones con retratos familiares rodeados de angelitos, aspas y candelieri. Con toda probabilidad se trate de los constructores de la escalera.

El patio es de mediados de siglo, y es uno de los mejores ejemplos del Renacimiento salmantino. Su planta es trapezoidal. Son originales las arquerías norte y oeste ―contando únicamente con cuatro arcos cada una―, mientras que los lados este y sur se cerraban con muros, siguiendo el ejemplo de otros palacios. En la planta baja los arcos son de medio punto y los capiteles de las columnas son de arquillos. La barandilla superior está formada por balaustres de sección cuadrada y los arcos son escarzanos. El trasdós de todos los arcos está moldurado, siguiendo un patrón similar al de los tondos que contienen las efigies, situados en las enjutas. Existen dos clases de medallones en la planta baja ―los antiguos, de fantástica talla y llenos de detalles, y los modernos, mucho más racionalistas y austeros―, así como escudos en la planta superior.


El Palacio Arias Corvelle en los siglos XVIII y XIX
En el siglo XVIII el palacio pertenecía a la Casa de Cerralbo la cual era heredera directa de Arias Corvelle. Su titular en el siglo XVIII, el marqués de Almarza Juan Antonio de Guzmán decoró la fachada con la técnica del esgrafiado, y sustituyó las ventanas que dan hacia la plaza por balcones apoyados sobre grandes ménsulas. En algunos vanos los arquillos superiores fueron rellenados con los blasones familiares, y en otros se abrieron para formar un vano rectangular.
Siglo XX y la llegada de la Casa de Japón
El palacio vuelve a ser la misma finca en 1905, gracias a las herencias y compras del XVII Marqués de Cerralbo. Quiso destinar el palacio como sede de su extensa colección artística, pero al unírsele las colecciones de su hijastra Amelia, marquesa de Villa-Huerta, fundaron el Museo Cerralbo de Madrid.
En 1906 el palacio se vuelve a dividir. Tras diversas ventas y nuevas particiones, se instala en 1937 la Escuela de Comercio. En 1940 el arquitecto Víctor D’Ors propone una nueva reforma -finalizada en 1958-, que modifica el patio añadiendo las nuevas arquerías y construyendo un imafronte con fuente. También introdujo nuevos materiales, como el ladrillo, totalmente ajenos a la estética del edificio. En 1974 se derriba el interior bajo un proyecto del arquitecto salmantino Genaro de No, quien también pintó el gran mural que se encuentra en un pasillo de la planta baja.
En 1996 la Universidad de Salamanca encarga a los arquitectos Juan Vicente García y Pablo Núñez Paz el estudio previo de rehabilitación del palacio para uso conjunto de la Embajada de Japón y la Universidad como Centro Cultural Hispano-Japonés. Para poder efectuar las obras, el grado de protección del inmueble pasa a ser nivel II de Protección Estructural, que mantendría fachadas y patio, conservaría y restauraría el artesonado, pasamanos de escalera y pinturas murales, además de proteger la encina del patio. En esta reforma destaca la sinceridad de los materiales, pudiendo hablarse incluso de un cierto espíritu japonés en el diseño e iluminación del interior.
La amplia sala “S.M. La Emperatriz Michiko”, situada en la antigua planta noble, es hoy un espacio diáfano empleado para exposiciones temporales. Desde aquí se tiene acceso a la galería cubierta por las arquerías superiores del patio, cuyo pavimento también es de madera. El palacio cuenta actualmente con 17 aulas, así como un salón de actos y un aula magna. Esta reforma ha sido merecedora de menciones y premios de arquitectura.
El Palacio Arias Corvelle para niños
En los medallones del patio nos encontramos ante un despliegue de la moda del siglo XVI, por lo que se demuestra que los personajes son miembros de una misma familia. Podríamos explicarles a los niños cómo antes de existir la fotografía las familias se hacían retratar o bien en pintura o bien en piedra. A los niños más pequeños podremos hablarles de un árbol genealógico.
Para los amantes de la cultura japonesa, el palacio es un centro de referencia. Organizan cursos de lengua y cultura japonesas, talleres y seminarios, y las exposiciones de artistas japoneses son continuas -en estos momentos hay una muestra sobre la abdicación de S.M. el Emperador. Destaca, sobre todo, la Semana Cultural -en marzo, en la que siempre incluyen actividades para los niños.
La leyenda de la «resucitada» Marquesa de Almarza
Esta historia forma parte de la crónica negra de Salamanca. La Marquesa vivió en el siglo XVIII y, un buen día, falleció. El panteón familiar está en la iglesia de San Boal, justo enfrente del palacio, y allí llevaron su cuerpo para velarlo y después darle sepultura. La plaza estaba llena de gente muy apenada, pues la Marquesa era muy conocida y querida por sus obras de caridad…
Por la noche, un sacristán se quedó velando el cadáver, y no pudo evitar fijarse en uno de los grandes anillos de la Marquesa, que relucía a la luz de las velas. El sacristán, codicioso, decidió quitárselo, porque a ella ya de nada le iba a servir. Tal fue su esfuerzo en arrancárselo, que la Marquesa se levantó, ¡no había muerto, sólo estaba desmayada! La alegría de la ciudad fue enorme y ella, sintiéndose generosa por no haber sido enterrada viva, decidió perdonar al sacristán y no acusarle de ladrón.
Si queréis saber más…
Bermudo Maupoëy, María. «Del Palacio Arias Corvelle a la Casa de Japón». Revista Historia Autónoma, [S.l.], n. 7, p. 13-27, sep. 2015. ISSN 2254-8726. Disponible en: <https://revistas.uam.es/historiaautonoma/article/view/1013>. Fecha de acceso: 25 mar. 2019
Cabré Aguiló, Juan. Museo Cerralbo o Museo del Excelentísimo Marqués de Cerralbo D. Enrique de Aguilera y Gamboa. Imprenda de Jesús López. Madrid, 1928. Tirada aparte del Boletín de la Sociedad Española de Excursiones.
Para conocer las actividades del Centro Cultural Hispano-Japonés, esta es su web.